Hace dos semanas estaba yo con emoción contenida, juraba que quedaba 1 semana para que se acabara el invierno, jajajajjajajaja, cuando uno quiere algo hasta tonto se vuelve, cuando llego el día 20 le dije toda contenta a mi marido ¡POR FIIIIIN EL ULTIMO DIA DE INVIERNO! me miro con una cara de : "pobre burra " y me dice: -que la primavera empieza el 21 de marzo..... Que rabia me dio! yo que tenia 1 semana nerviosilla, diciéndome a mi misma: - contente.... espera 1 semana para comenzar a celebrar..... jajajajajajaja.
Bueno, aunque no sea todavía ni primavera ni verano el otro día me envío mi hermana una foto de su "ultimo trabajo" un farolillo precioso de metal que restauró, le pregunte que de donde lo había sacado, que estaba guapísimo y me dijo que lo tenia "arrumbado" en su casa lleno de oxido y que le habían ofrecido comprárselo así hecho polvo como estaba. Así es que le ha quedado:
Mi pobre farolillo vino a casa con mala suerte, el primer día que lo encendí toda contenta, se me volcó la vela que le puse y se quemó un poco y se reventó uno de los cristales, luego vino una ventolera y se lo llevo volando (lo tenía en la terraza) y se rompieron otros dos cristales, o sea, que aunque ha sobrevivido, se las ha visto negras mi pobre farolillo. A parte de eso, los farolillos me encantan por la luz tenue y el ambienta tan estival que dan, me hacen sentir que estoy en una casa en la playa en pleno verano y porque son un complemento perfecto para una terraza o un rinconcito de tu salón.
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